martes, 18 de marzo de 2008

algo así


Algo como Dios se te acerca a la mesa y te dice: “Ahora te van acompañar estas piernas recién depiladas, este piso de madera, este olor rico, esta música, estas fotocopias, estos dos números, este fijo y este celular, este saquito de lana amarillo, estas películas, estos libros en la mochila, estos siete gorros, esta remera sin corpiño, este culito blanco, estos dientes, esta poesía uruguaya, estos saltos, este tereré con jugo de naranja, esta carne con puré, este café con leche, este té con limón, estos pesos con cincuenta, esta parada de colectivo.”

Te dice eso, te muestra fotos, te deja tocar, oler, te deja pensar, te mira lo boca cuando te habla, prende un sahumerio en nombre de las almohadas y de las palabras nuevas que la gente inventa cuando algo es más o menos hermoso que lo anterior, o más terrible o más detallado o tiene mejor gusto.

Entonces una relación te acompaña durante meses o más o menos.
Entonces una relación te deja de acompañar y el primer fin de semana es un día largo que va del viernes al primer lunes.
Entonces Dios no se te acerca más. Dios o la presencia real de lo real.

Justo se me da por escribir, justo ahora, lunes, antes de no hacer nada, justo, se me puso en frente escribir, tener algo en común conmigo, algo que no me alcance a tocar pero que se me parezca, que mienta igual, que se quede quieto, invisible en el centro del mundo, sí, puedo escribir un rato largo así, con este orden, después de las dos de la mañana, antes del mediodía, entre las comidas.

Debajo de la cama los papeles, la ropa de hace un mes amontonada en una silla blanca de plástico.

Escribir, describir, plantear desde ya los principios de la escritura contingente del mundo contingente, de la gente que hace, de los que no hacen porque intuyen, de los que dejan de hacer por miedo, por abandono de sí, sí.
Anudar, destejer, comer, tocarse la barba, verse la mano, irse corriendo de una fiesta, tomar papolonga y vodka con sprite, fumar, fumar, ver pasar la gente que sabe como pasar de la mejor manera posible, hablar de más

miro por la ventana, tomo agua, me visto, me baño, escribo que escribo, coma, coma, me despierto asustado, me tomo la sopa, me fijo bien que todo siga bajando hasta que el piso quede seco.




Lo que podrías hacer es bañarte.



Che, son las diez, despertate, eu, son las diez.

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