martes, 21 de septiembre de 2010

EL CAPITAN FANGIO

viernes
18hs.

Un chabón leyendo el diario en un bar con su mujer.
Sostiene el diario con la mano izquierda y con un gancho en eL lugar q debería ocupar su mano derecha.

Ella: ¿podés sacarte eso porfavor?
El: ¿Cuál es el problema?
Ella: No me gusta que te pongas eso. Me molesta.


Sábado
14hs
Saliendo del hospital y llendo a la parada de colectivo sobre Pueyrredón.

Él: ¿cómo fue?
Ella: ¿cómo fue q?
El: el accidente.
Ella. Estabas manejado con el gancho y no sé muy bien, pero se te cruzó un perro, te abatatase y nos dimos con un cordón medio alto, y vos te golpeaste la cabeza.
El: ¿qué significa que estaba manejando con el gancho?
Ella: te compraste un gancho ortopédico en una feria americana y esos días se te daba por ponertelo en diferentes momentos.
El: ¿El auto se rompió mucho?
Ella: No mucho. Igual mi viejo dijo q no te preocupes q lo lleva al chapista y que saldrá 1000, 1200 pesos.
El: ¿tenemos seguro?
Ella: ¿Seguro de q?
El: De cuando chocas y te pagan el arreglo.
Ella: Sí, pero no tenemos seguro contra manejar con un gancho como un pajero y comerse un cordón.

El llorA y ella lo abraza.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

MILÍMETROS (de Fernando Pessoa)

MILÍMETROS
(sensaciones de cosas mínimas)

Como el presente es antiquísimo, porque todo cuando existió fue presente, yo siento por las cosas, puesto que pertenecen al presente, afectos de anticuario y furias de coleccionista que asienta su salida del error sobre las cosas en plausibles y hasta verdaderas explicaciones, tan fundamentales como científicas.
Pero sólo las sensaciones mínimas, y las cosas pequeñísimas, son las que yo vivo intensamente. Acaso eso se debe a mi amor por lo fútil. También puede ser por mi escrúpulo ante los detalles. Pero más bien creo -no lo sé, pues estas son las cosas que nunca analizo- que es porque lo mínimo, al no tener ninguna importancia social o práctica, tiene, por el sólo hecho de carecer de ella, una independencia absoluta de asociaciones espurias con la realidad. Lo mínimo me parece irreal. Lo inútil es bello porque es menos real que lo útil, que se continúa y prolonga, mientras que lo maravilloso fútil, lo glorioso infinitesimal, queda donde está, no pasa de ser lo que es, vive libre e independiente. Lo inútil y lo fútil abren en nuestra vida real intervalos de estética humilde. ¡Cuantos sueños y amorosas delicias me provoca en el alma la mera existencia insignificante de un alfiler clavado en una cinta! ¡Triste de aquel que ignora la importancia que eso tiene!
Además, entre las sensaciones que más penetrantemente duelen hasta ser agradables, el desasosiego del misterio contemplando una batalla, y sin embargo pensar en el absurdo de que haya gente y sociedades y combates entre ellas es lo que suele desplegar con más frecuencia en nuestro pensamiento la bandera de conquista del misterio - mucho más que la contemplación de una pequeña piedra quieta en un camino, que, precisamente por no provocar ninguna idea, si exceptuamos la que nos dice que ella existe, nos impone, inmediatamente después ella, la del misterio de su existencia.
¡Benditos sean los instantes, y los milímetros, y las sombras de las pequeñas cosas, aún más humildes que ellas! Los instantes.
Los milímetros - que impresión de asombro y osadía me causa su existencia, la de uno junto a otro y tan lado a lado en una cinta métrica. A veces sufro y gozo con estas cosas. Se adueña de mí un orgullo tosco al sentir todo esto.
Soy una aplaca fotográfica extremadamente sensible. Todos los detalles se me graban de manera desproporcionada en relación al todo del que formaría parte. Sólo me ocupo de mí. El mundo exterior, para mí es siempre una sensación. Nunca me olvido de que siento.

lunes, 13 de septiembre de 2010

mujer con gallo



foto para la clase de Xavier Martin y Juana Ghersa.

Stephen W

Texto publicado por Stephen Hawking en su Blog.




Desconéctenme. Ya está. Desconéctenme. Lo que les estoy pidiendo es que me desconecten. Que me desconecten ya, eso es exactamente lo que les estoy pidiendo. Yo escribí HISTORIA DEL TEMPO (DEL BIG BANd A LOS AGUJEROS NEGROS), yo escribí ese gran texto y nadie lo entendió porque tenía conceptos difíciles de digerir. Por eso ahora, en este momento, quisiera dejar en claro que quiero que me des-co-nec-ten, eso es fácil de entender, ¿es o no es fácil?
Por eso les pido que si alguien estuviese dispuesto a venir a mi casa y desconectarme yo estaría encantado en pagarle los 1.800 millones de dólares que tengo ahorrados. Si usted puede ser esa persona no dude en escribirme a stpehendesconectenmehawking@gmail.com.



PD: Quería decirle a Sergio que me escribió un mail preguntando qué pasó en los tres primeros minutos del universo…
LA RESPUESTA ES QUE ME COJÍ A TU HERMANA EN LOS TRES PRIMEROS MINUTOS DEL UNIVERSO, ESA ES LA RESpUESTA CORRECTA SERGIO.

vida de Pumpido

Pumpido tiene olor en los dedos, olor A AJO, sí, sí, A AJO. Además el calzoncillo le aprieta. En las palmas también tiene olor A AJO, no es sólo en los dedos. Pumpido se lava las manos con un jabón rosado y se siente mucho pero mucho mejor. El calzoncillo le sigue apretando. Entonces, como Pumpido no es ningún pelotudo, se saca el calzoncillo y se dice a sí mismo: "qué pelotudo, para qué me puse este calzoncillo espantoso si tenía la regilla de la malla que es más cómoda y fresca, y qué rico olor que te deja este jabón rosado".

viernes, 10 de septiembre de 2010

cuento infantil

Había una vez una manzana verde y roja que engordaba en el invierno, y en primavera hacía gimnasia para adelgazar los glúteos y la papada. La manzana se llamaba Totelia.
En el medio de la plantación vivía un gusano marrón caca que era largo como una manguera de bomberos. El gusano se llamaba Adolfo.
Un día Totelia fue a tomar sol a la punta del árbol. Tomó sol de espaldas y de frente, en la parte verde y en la parte roja.
Adolfo le tenía bronca a Totelia porque le caían mal las manzanas de dos. Cuando Adolfo encontraba una manzana de dos colores, la aplastaba y hacía shampoo.
Totelia había tomado mucha sidra y se había quedado dormida, entonces Adolfo aprovechó y se acercó para llevársela. Pero, de repente, Totelia se dio vuelta para acomodarse y se cayó del árbol, pero tuvo tanta suerte que cayó sobre la cabeza de un hombre que se llamaba Isaac Newton.
Adolfo tuvo que escaparse antes que lo descubran. Newton, después de decir muchas malas palabras, inventó o descubrió algo que nadie entendió del todo pero que todos decían que era muy importante y se hizo millonario. Estaba tan contento que cuidó a Totelia para siempre, y le pidió a sus fans que cuando él se muera, le saquen el cerebro, lo estudien y lo guarden en una jarra y que pongan en otra jarra al lado a totelia y que los expongan en el museo mas importante del mundo.
Pero el gusano marrón caca tuvo una historia muy diferente, muy, muy, muy diferente. Al lado del árbol donde estaba sentado Newton había otro árbol con un payaso que le había vendido el alma al diablo, y cuando el payaso vio pasar a Adolfo, el gusano, una voz del infierno le dijo que lo corte en pedazos y lo utilice como materia prima para la industria alimenticia. Entonces el payaso que se llamaba Ronaldo lo hizo, y después empezó una empresa que hacia hamburguesas de gusanos y se hizo millonario, mucho mas rico que Newton.

jueves, 2 de septiembre de 2010

sin tituladio




Fotos del taller de Juana Ghersa y Xavier Martin.
Estas imágenes deberían estar acompañadas de la canción de Giorgio Moroder, "from here to eternity".
eso.